sexta-feira, 31 de maio de 2013

Miedo y Condicionamiento: CONTROL de LIBERTADES CONSTITUCIONALES, agresión a los VALORES HUMANOS BÁSICOS






Muy buenas.

Mi nombre és Daniel Feijoo Caldas.



Vivo en la Zona de Valença do Miño y – a pesar de que mi nacionalidad es portuguesa - mi nombre y mi sangre hablan por si de las raíces gallegas que llevo dentro (mi madre és de la calla S. Amaro de Vigo, abuelos de Mondariz).



Por esto – si algo parecido a lo que os voy a contar hubiera sucedido en Portugal – estaría escribiendo para un periódico Portugués de tirada lo suficientemente amplia como para que las personas se dieran cuenta de que – con miedo – generamos miedo  – y que 

LOS VALORES Y PRINCÍPIOS INALIENÁBLES 
conseguidos a lo largo de mil años de esfuerzo y bien-hacer de personas, pueblos y gentes que se desean libres (nuestros ancestros) 

– y no libertinos - 


Estos Valores son NUESTRA REFERÊNCIA PRIMÁRIA como PUEBLO y CULTURA;

Sin ellos, entraríamos en la SOMBRA y la DUDA de no saber quiénes somos, que hacemos aquí y en un tiempo donde – EFECTIVAMENTE - todo valdría con tal de mantener-se a flote.

Afortunadamente – aún hay gente que piensa que las cosas no son así – y que apenas una cierta ola de desinformación y miedo condicionado - nos está intentando sacar del rumbo fijo que nuestros ancestros trazaron hace ya varias centurias. 




Ese rumbo es el camino a recorrer siendo verdaderamente libres – libres del miedo, la duda y la falta de convicciones firmes -viviendo VALORES que conlleven VIRTUD en sus intentos




Estos VALORES y VIRTUDES – habitualmente consagrados en las constituciones específicas a cada nación – son el pilar fundamental que debe mantener-se firme cuando los vientos soplan a contra-corriente y las aguas de los tiempos son turbulentas o poco claras 




(como si entráramos en una época “pantanosa” en la que “todo vale”) 

relativamente al valor que traduce la virtud y no la SUBVERSIÓN de esta cuando la virtud es sumisa al valor o poder material.


Os explico – y después adelanto lo que está VERDADERAMENTE en causa a través de “PEQUEÑEZES” como esta.



Este Jueves fui abordado  por la SEXTA VEZ vez por la Guardia Civil en una operación de “auto-stop” que se pretende para dar respuesta a algún aumento de consumo o tráfico ilegal de estupefacientes en la zona.



Por aquí – no hay problema – ya este proceso es habitual, sea por operaciones para control de alcoholemia (tasa de alcohol en la sangre) sea por simple identificación y se desarrolla también en Portugal.

Lo curioso de estas seis operaciones va en lo siguiente:




Estamos en una operación de rutina, auto-stop, en una carretera bastante frecuentada de salida y entrada de Tui (más concretamente, después de la salida para Vigo en la carretera dirección Tomiño -La Guardia), rotonda del Gadis - justo ANTES de la entrada/ Salida para Portugal.

Sólo se paran los ciudadanos que regresen (como era mi caso) a Portugal, o que sean oriundos de esa salida en dirección Tui... los restantes salen y entran sin miramientos.

Un agente de la autoridad, después de identificarlo, ordena a un ciudadano – SIN SOMBRA DE SOSPECHA – que vacíe sus bolsillos en el asiento. 
Después - le pregunta si lleva algo más en los bolsillos. 




Respondiendo que "no", lo CACHEA de alto a bajo.

Mientras este agente hace esto, un segundo agente – sin pedir satisfacciones a nadie – abre la puerta del pasajero, abre la guantera, remueve lo que hay dentro, examina la alfombrilla, remueve las cosas que están sobre el asiento del pasajero… y uno se queda mirando atónito…

sin comprehender donde está el límite para que te INVADANentren en tu PRIVACIDADREMUEVAN TUS COSAS (no te piden que lo hagas tú, lo hacen ellos – así – a sus anchas).




Normalmente te llevan al maletero y te piden que – después de abrir-lo – abras una bolsa de equipaje… e dentro de esta, alguna otra bolsita que exista.

Yo no soy experto en estas cosas – pero me imagino que quién trafica o consume – a sabiendas de que hay operaciones organizadas – no lleva nada que lo implique a tan simple vista…

La penúltima vez, me pidieron que me colocara en la  parte de atrás del coche. Un agente en cada lado, revisaron la guantera, las alfombrillas, los objetos cerca del freno de mano… y yo ni podía ver que hacían… en mis cosas, mi coche, mi propiedad, sin que yo hubiera echo nada que fuera extraño, que levantara sospecha relativamente a nada… simplemente – porque SI.



Dialogando con uno de los agentes esta última vez, le explicaba el mal estar que sentía cuando me “invadían” de esta forma – como si ya fuese un delincuente o un criminal por el simple hecho de estar parado junto a la carretera que paso casi todos los días siendo vecino de la localidad de Tuy.

El empezaba por decir-me que ya “otros portugueses” habían levantado pegas, que en SU PAÍS la legislación decía que no sé que cosa, que…

Educadamente le recordé que estaba hablando en buen castellano con él y que – pese la matrícula de mi coche tenga una “P” - mi primer apellido es Feijoo, mi abuelo de Mondariz y mi madre de Vigo – que no era ese el caso (si es que la prepotencia o la ceguera por cuestiones de nacionalidad se pueden anteponer al sentido de imparcialidad que implica ser agente de autoridad) 

– que el caso era que se pudiera entrar en el ámbito personal – de pertenencias, objetos y espacio – sin que hubiera una causalidad lo suficientemente específica y pungente para que el principio de soberanía de la persona sobre su espacio, pertenencias y integridad (éticamente hablando) pudieran ser tan fácilmente arrollados bajo la excusa (y sigo creyendo que los resultados de este tipo de control – para el fin específico que supuestamente obedecen – serán nulos) de mi propia SEGURIDAD.




En resumen – que, para MI SEGURIDAD – los agentes de la ley y el orden – pueden invadir mi espacio vitalmis pertenencias y mi sentido de persona (que implica mis valores y el sentido de estar siendo “arrollado” sin razón específica que los justifique), sin que para ello tenga que mediar una razón más plausible que la simple y rutinaria operación de auto-stop, que más parece ser invocada como MÉDIO para que EL MIEDO y el PODER que le otorgan los ciudadanos sea usado como herramienta disuasoria de cualquier tipo de actitud más afirmativa relativamente a valores inalienables:




Derecho al RESPETO por la DIGNIDAD:

de la PERSONA (ser cacheado - la primera vez en mi vida - és una VIOLACIÓN de mi persona - en términos físicos y morales - SIN QUE MEDIARA JUSTA CAUSA);

de su INTIMIDAD (por mis OBJETOS PERSONALES - que fueron OBLIGATÓRIAMENTE EXPUESTOS a TERCEROS - sobre el banco de mi coche y al abrir mis bolsas de transporte de equipamiento de entrenamiento, bolsa de transporte de alimentación, bolsa de transporte de ordenador personal y documentación, bolsitas de transporte de pen-drives y otras de recordaciones personales) en frente de varios agentes de la autoridad;

de su ESPACIO - (sin mediar palabra, que dos agentes te pidan que te retires - sin poder ver lo que van a hacer con tus pertenencias y tu espacio personal - mi coche, como mi casa - contiene objetos personales y es parte de mi espacio vital - necesita de mi permiso para que pueda ser objeto de este tipo de allanamiento - sin que hubiera razón o motivo de mi parte - sea como sospechoso sea como perpetrador de alguna actitud que justificara una intervención diferente de la normal y rutinaria identificación);






Y, una vez más – ni el método (que fuera ellos a abrir las puertas, la guantera), ni la forma (que me cachearán sin más) parece PLAUSIBLE.

Queda desde ya reiterado que NO VOY A CAMBIAR MIS RUTINAS DE VIDA - aún bajo la presión de ser sometido SEIS VECES a este tipo de trato indecoroso por parte de la autoridad de la que - supuestamente - se espera la sensación de seguridad que permita que un cualquier ciudadano pueda pasear o circular libremente sin miedo o coacción.

Para colmo - después de PRESENTAR DENÚNCIA (no pude hacerlo justo después del incidente, porque en el puesto de la guardia civil sólo había un agente y no me podía abrir la puerta - obligando-me a volver al día siguiente) y de oír nuevamente que se sitúan estos señores en la salida/ entrada para Portugal (no en la superior - que viene/va para VIGO) porque -  me dicen - que las quejas que reciben por robo de cobre por parte de las empresas locales justifican actividades - que, supuestamente - son para control de estupefacientes o armas...






Al final - como hago siempre - mientras caminaba por la corredera al final del día (me gusta pasear con las calles vacías y apreciar la paz y tranquilidad de tui, antes de ir-me a dormir) un coche de la guardia civil entro por la zona peatonal, me paró en frente al cuartel de la guardia civil y - delante de su compañero que estaba en la puerta de guardia - me identificó nuevamente (alegando "Nunca lo hemos visto por aquí..." tan extraño como que camino por Tui desde los 4 años cuando iba con mi madre a compras del otro lado de la frontera y así he continuado a lo largo de otros 33 años más).

Nuevamente - después de preguntar que llevaba en mi mochila (llevo el portátil por escribir en bares - me gusta el ambiente... aunque no tuviera que JUSTIFICAR MI VIDA ante la autoridad - me hicieron abrir la mochila y uno de los guardias civiles buscara con su propia mano en su interior...




Como no es para CEDER ante estas "pequeñeces" y "sutilezas" que pretenden CONDICIONAR al ciudadano libre (libre por saber que no ha ido contra la ley ni ha cometido crimen alguno).

Seguiré paseando y caminando como siempre hago y divulgando este tipo de IRREGULARIDADES:

para que - si pasa también a terceros - sean tantos los que hablen, que esta gente se limite a su cometido, más que cruzar la línea entre lo que PUEDEN HACER en CASOS EXTREMOS y lo que DEBEN HACER cuando no hay amenaza

que és velar para que todo esté "normal" y dejar que las personas sigan su dia a dia si no perturban a nadie.

Y tu – qué opinas?

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