Muy
buenas.
Mi
nombre és Daniel Feijoo Caldas.
Vivo en la Zona de Valença do Miño y – a
pesar de que mi nacionalidad es portuguesa - mi nombre y mi sangre hablan por
si de las raíces gallegas que llevo dentro (mi madre és de la calla S. Amaro de
Vigo, abuelos de Mondariz).
Por esto – si algo parecido a lo que os voy a contar
hubiera sucedido en Portugal – estaría escribiendo para un periódico Portugués
de tirada lo suficientemente amplia como para que las personas se dieran cuenta
de que – con miedo – generamos miedo – y que
LOS VALORES Y PRINCÍPIOS INALIENÁBLES
conseguidos a lo largo de mil años de esfuerzo y
bien-hacer de personas, pueblos y gentes que se desean libres (nuestros
ancestros)
– y no libertinos -
Estos Valores son NUESTRA REFERÊNCIA PRIMÁRIA como PUEBLO y CULTURA;
Sin ellos, entraríamos en la
SOMBRA y la DUDA de no saber quién somos, que hacemos aquí y en
un tiempo donde – EFECTIVAMENTE - todo valdría con tal de mantener-se a flote.
Afortunadamente – aún hay gente que piensa que las
cosas no son así – y que apenas una cierta ola de desinformación y
miedo condicionado - nos está intentando sacar del rumbo fijo que
nuestros ancestros trazaron hace ya varias centurias.
Ese rumbo es el camino a recorrer siendo verdaderamente libres
– libres del miedo, la duda y la falta de convicciones firmes -viviendo VALORES que conlleven VIRTUD en sus intentos.
Estos VALORES y VIRTUDES – habitualmente consagrados
en las constituciones específicas a cada nación – son el pilar fundamental que debe
mantener-se firme cuando los vientos soplan a contra-corriente y
las aguas de los tiempos son turbulentas o poco claras
(como si entráramos en una época “pantanosa” en la que
“todo vale”)
relativamente al valor que traduce la virtud y no la SUBVERSIÓN de esta cuando la
virtud es sumisa al valor o poder material.
Os explico – y después adelanto lo que está
VERDADERAMENTE en causa a través de “PEQUEÑEZES” como esta.
El pasado Domingo fui abordado por la cuarta vez
por la Guardia Civil en una operación de “auto-stop” que se
pretende para dar respuesta a algún aumento de consumo o tráfico ilegal de
estupefacientes en la zona.
Por aquí – no hay problema – ya este proceso es
habitual, sea por operaciones para control de alcoholemia (tasa de alcohol en
la sangre) sea por simple identificación y se desarrolla también en Portugal.
Lo curioso de estas seis operaciones va en lo
siguiente:
Estamos en una operación de rutina, auto-stop, en una
carretera bastante frecuentada de salida y entrada de Tui (más concretamente,
después de la salida para Vigo en la carretera dirección Tomiño -La Guardia),
rotonda del Gadis - justo ANTES de la entrada/ Salida para Portugal.
Sólo se paran los ciudadanos que regresen (como era mi
caso) a Portugal, o que sean oriundos de esa salida en dirección Tui... los
restantes salen y entran sin miramientos.
Un agente de la autoridad, después de identificarlo,
ordena a un ciudadano – SIN SOMBRA DE SOSPECHA – que vacíe sus bolsillos en el
asiento.
Después - le pregunta si lleva algo más en los
bolsillos.
Respondiendo que "no", lo CACHEA de alto a
bajo.
Mientras este agente hace esto, un segundo agente –
sin pedir satisfacciones a nadie – abre la puerta del pasajero, abre la
guantera, remueve lo que hay dentro, examina la alfombrilla, remueve las cosas
que están sobre el asiento del pasajero… y uno se queda mirando atónito…
sin comprehender donde está el límite para que te INVADAN, entren en tu PRIVACIDAD, REMUEVAN TUS COSAS (no te piden que lo
hagas tú, lo hacen ellos – así – a sus anchas).
Normalmente te llevan al maletero y te piden que –
después de abrir-lo – abras una bolsa de equipaje… e dentro de esta, alguna
otra bolsita que exista.
Yo no soy experto en estas cosas – pero me imagino que
quién trafica o consume – a sabiendas de que hay operaciones organizadas – no
lleva nada que lo implique a tan simple vista…
La penúltima vez, me pidieron que me colocara en
la parte de atrás del coche. Un agente en cada lado, revisaron la
guantera, las alfombrillas, los objetos cerca del freno de mano… y yo ni podía
ver que hacían… en mis cosas, mi coche, mi propiedad, sin que yo hubiera echo
nada que fuera extraño, que levantara sospecha relativamente a nada… simplemente – porque SI.
Dialogando con uno de los agentes esta última vez, le
explicaba el mal estar que sentía cuando me “invadían” de esta forma – como si
ya fuese un delincuente o un criminal por el simple hecho de estar parado junto
a la carretera que paso casi todos los días siendo vecino de la localidad de
Tuy.
El empezaba por decir-me que ya “otros portugueses”
habían levantado pegas, que en SU PAÍS la legislación decía que no sé que cosa,
que…
Educadamente le recordé que estaba hablando en buen
castellano con él y que – pese la matrícula de mi coche tenga una “P” - mi
primer apellido es Feijoo, mi abuelo de Mondariz y mi madre de Vigo – que no
era ese el caso (si es que la prepotencia o la ceguera por cuestiones de
nacionalidad se pueden anteponer al sentido de imparcialidad que implica ser
agente de autoridad)
– que el caso era que se pudiera entrar en el ámbito
personal – de pertenencias, objetos y espacio – sin que hubiera una causalidad
lo suficientemente específica y pungente para que el principio de soberanía de
la persona sobre su espacio, pertenencias y integridad (éticamente hablando)
pudieran ser tan fácilmente arrollados bajo la excusa (y sigo creyendo que los
resultados de este tipo de control – para el fin específico que supuestamente
obedecen – serán nulos) de mi propia SEGURIDAD.
En resumen – que, para MI SEGURIDAD –
los agentes de la ley y el orden – pueden invadir mi espacio vital, mis
pertenencias y mi sentido de persona (que implica mis
valores y el sentido de estar siendo “arrollado” sin razón específica que los
justifique), sin que para ello tenga que mediar una razón más plausible que la
simple y rutinaria operación de auto-stop, que más parece ser invocada como MÉDIO para que EL MIEDO y el
PODER que le
otorgan los ciudadanos sea usado como herramienta disuasoria de cualquier tipo de
actitud más afirmativa relativamente a valores inalienables:
Derecho al RESPETO por la DIGNIDAD:
de la PERSONA (ser cacheado - la
primera vez en mi vida - és una VIOLACIÓN de mi persona - en términos físicos y
morales - SIN QUE MEDIARA JUSTA CAUSA);
de su INTIMIDAD (por mis OBJETOS
PERSONALES - que fueron OBLIGATÓRIAMENTE EXPUESTOS a TERCEROS - sobre el banco
de mi coche y al abrir mis bolsas de transporte de equipamiento de
entrenamiento, bolsa de transporte de alimentación, bolsa de transporte de
ordenador personal y documentación, bolsitas de transporte de pen-drives y
otras de recordaciones personales) en frente de varios agentes de la autoridad;
de su ESPACIO - (sin mediar palabra,
que dos agentes te pidan que te retires - sin poder ver lo que van a hacer con
tus pertenencias y tu espacio personal - mi coche, como mi casa - contiene objetos
personales y es parte de mi espacio vital - necesita de mi permiso para que
pueda ser objeto de este tipo de allanamiento - sin que hubiera razón o motivo
de mi parte - sea como sospechoso sea como perpetrador de alguna actitud que
justificara una intervención diferente de la normal y rutinaria
identificación);
Y, una vez más – ni el método (que fuera ellos a abrir
las puertas, la guantera), ni la forma (que me cachearán sin más) parece
PLAUSIBLE.
Queda desde ya reiterado que NO VOY A CAMBIAR MIS
RUTINAS DE VIDA - aún bajo la presión de ser sometido SEIS VECES a este tipo de
trato indecoroso por parte de la autoridad de la que - supuestamente - se
espera la sensación de seguridad que permita que un cualquier ciudadano pueda pasear
o circular libremente sin miedo o coacción.
Para colmo - después de PRESENTAR DENÚNCIA (no pude
hacerlo justo después del incidente, porque en el puesto de la guardia civil
sólo había un agente y no me podía abrir la puerta - obligando-me a volver al día
siguiente) y de oír nuevamente que se sitúan estos señores en la salida/
entrada para Portugal (no en la superior - que viene/va para VIGO) porque -
me dicen - que las quejas que reciben por robo de cobre por parte de las
empresas locales justifican actividades - que, supuestamente - son
para control de estupefacientes o armas...
Al final - como hago siempre - mientras caminaba por
la corredera al final del día (me gusta pasear con las calles vacías y apreciar
la paz y tranquilidad de tui, antes de ir-me a dormir) un coche de la guardia
civil entro por la zona peatonal, me paró en frente al cuartel de la guardia
civil y - delante de su compañero que estaba en la puerta de guardia - me
identificó nuevamente (alegando "Nunca lo hemos visto por aquí..."
tan extraño como que camino por Tui desde los 4 años cuando iba con mi madre a
compras del otro lado de la frontera y así he continuado a lo largo de otros 33
años más).
Nuevamente - después de preguntar que llevaba en mi
mochila (llevo el portátil por escribir en bares - me gusta el ambiente...
aunque no
tuviera que JUSTIFICAR MI VIDA ante la autoridad - me hicieron abrir la mochila y uno de los guardias
civiles buscara con su propia mano en su interior...
Como no es para CEDER ante estas "pequeñeces"
y "sutilezas" que pretenden CONDICIONAR al ciudadano libre (libre por
saber que no ha ido contra la ley ni ha cometido crimen alguno) seguiré
paseando y caminando como siempre hago y divulgando este tipo de
IRREGULARIDADES para que - si pasa también a terceros - sean tantos los que
hablen que esta gente se limite a su cometido más que cruzar la línea entre lo
que PUEDEN HACER en CASOS EXTREMOS y lo que DEBEN HACER cuando no hay amenaza:
que velar para que todo esté "normal" y dejar que las personas sigan
su dia a dia si no perturban a nadie.
Y tu – qué opinas?
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